lunes, 25 de enero de 2021

Equipo 7.- Equidad en la educación. Particularidades culturales, étnicas y personales y la preservación del derecho a la educación.

 

EQUIDAD EN LA EDUCACION. PARTICULARIDADES CULTURALES, ETNICAS Y PERSONALES Y LA PRESERVACION DEL DERECHO A LA EDUCACION.


Equidad en la educación:

Entre los nuevos retos de los sistemas educativos se encuentra garantizar que en las sociedades cada vez más polarizadas la educación no acentué las diferencias, sino que sirva de instrumento para la integración social. Hasta hace poco el discurso político se había concentrado únicamente en defender la igualdad educativa.

El discurso político en México hasta ahora se ha centrado en argumentar la importancia de promover igualdad de oportunidades de acceso al sistema educativo. Esto se establece explícitamente en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley General de Educación como derecho a la educación. Así, en los últimos años se han tenido grandes avances en la universalización de la educación básica1 con lo cual se ha adelantado en la igualdad.

Hablar de equidad es aún un territorio poco claro y certero. La principal causa de la falta de claridad es que el concepto de equidad se fundamenta e interacciona con tres conceptos de enorme importancia social: por un lado, el de igualdad; por otro el cumplimiento del derecho y la justicia, y por último, el de inclusión. Por lo anterior, la presente ponencia tiene como objetivo principal avanzar en el concepto de equidad educativa mediante la definición de sus interrelaciones con conceptos fundamentales desde el punto de vista social, tales como: la igualdad, la justicia y la inclusión.



El concepto de equidad incluye un valor moral o ético para que un bien o servicio no sea distribuido igualitariamente sino en beneficio de los sectores sociales más desfavorecidos. No obstante, la equidad también requiere que ciertos bienes sean distribuidos inicialmente en proporciones iguales. En este sentido equidad se relaciona con la justicia, ya que se argumenta que la distribución de los bienes debe realizarse de acuerdo con lo que cada quien merece.

El problema de la equidad se relaciona directamente con el hecho de que la mayoría de los bienes sociales se distribuyen inequitativamente en México; uno de ellos es la educación. Si bien se reconoce el acceso a la educación como derecho humano básico –señalado en diversos tratados internacionales y expresado como un derecho fundamental en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos– no obstante, existe una diversidad de causas y prácticas que limitan el cumplimiento efectivo de este derecho, profundizando el rezago y desigualdad en nuestro país. Para remediar lo anterior, se han impulsado distintas políticas públicas con la finalidad contener y cerrar estas brechas sociales y construir una sociedad más incluyente y solidaria favoreciendo la cohesión social.

Las políticas educativas en materia de equidad han sido un intento por responder a estos retos; con ellas el gobierno busca ampliar el acceso y el logro efectivo de las personas que por motivos de su condición social, económica o étnica se encuentran en desventaja para poder ingresar y concluir su educación básica. Al respecto, sin ser exhaustivos, podemos señalar que con la finalidad de ofrecer educación inicial y básica a niñas, niños y adolescentes que habitan en zonas marginadas o con rezago social, en 1971 se creó el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe); por otra parte, para los jóvenes y adultos de 15 años o más en situación de rezago educativo, en 1981 se creó el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA).

 


Particularidades culturales, étnicas y personales y la preservación del derecho a la educación.

En la época de la globalidad, el porvenir de pueblos y naciones depende de la habilidad de sus hombres e instituciones para insertarse con éxito en la nueva realidad mundial. La competencia entre sistemas educativos es la verdadera carrera económica y geopolítica del siglo XXI. Es en el seno de los buenos sistemas educativos donde se forma, entrena y educa la inteligencia de pueblos y naciones. En la formación de recursos humanos talentosos y bien entrenados se juega el desarrollo socioeconómico y cultural de los países, y de ello depende el mejoramiento de su calidad de vida. Por ello, la educación es considerada cada vez más como una inversión para el futuro colectivo de las sociedades y las naciones, en vez de ser vista como un gasto para el éxito de los individuos.
La educación en México es un derecho fundamental y un bien público, por lo que las políticas al respecto deben garantizar que toda la sociedad tenga derecho a sus beneficios.



Lograrlo implica asegurar que todos los individuos arriben a ella, la conclusión de los estudios obligatorios tanto para las nuevas generaciones como para quienes rebasaron la edad escolar, y brindar oportunidades equitativas en los niveles medio y superior. Por ello, la inversión educativa es un medio para promover la justicia y la equidad social. Si bien es cierto que la educación no es el único gran cuello de botella nacional, sí es uno de los que más pueden contribuir al desarrollo sostenido del país.

En por lo menos los 10 últimos años, la calidad educativa se ha convertido en uno de los términos más populares en el discurso público. Sin embargo, en la práctica poco se ha entrado al terreno de definir, en términos concretos, lo que la calidad educativa implica en el quehacer cotidiano de los actores principales del sistema educativo (los alumnos, maestros y padres de familia). Es decir, existe consenso en el sector educativo de que la calidad es indispensable para que la educación impacte el desarrollo económico, sin embargo, tal parece que no nos hemos puesto de acuerdo en cuanto a qué es lo que nuestros niños y jóvenes debieran saber y cómo debieran aprenderlo.


Está claro que a los niños y jóvenes hay que darles información y las maneras de usarla. Hay que garantizar que adquieran destrezas, habilidades y valores. Se debe lograr que aprendan por sí solos lo que necesitan, que sepan leer y comprender los textos, que desarrollen una efectiva comunicación verbal y escrita, que desarrollen habilidades matemáticas, que desarrollen habilidades para resolver problemas complejos, así como habilidades para la búsqueda y análisis de información.

Desafortunadamente, nuestro sistema educativo es demasiado autoritario y rígido. En las dinámicas de la sociedad del conocimiento la flexibilidad en los contenidos y los procesos de enseñanza-aprendizaje son la clave para el éxito de los sistemas educativos (UNESCO, 2006). Sin embargo, en nuestro país aún les decimos a los niños y jóvenes estudiantes de manera exacta lo que deben saber y cómo deben saberlo. Si no lo hacen fracasan en el sistema escolarizado. Seamos claros, debemos estar conscientes de que los niños y jóvenes estudiantes ya no son personas dóciles ni debieran de serlo-, tienen inquietudes, curiosidades intelectuales, deseos diversos, y al parecer en ningún lugar se les ofrecen opciones flexibles donde tengan cierta responsabilidad para decidir su formación. No hay opciones, ni en temas, ni en tiempos de aprendizaje.

La desigualdad en la educación mantiene, a pesar de los esfuerzos del sistema educativo, una presencia real en el territorio nacional. Paradójicamente, en México existe una gran desigualdad en el acceso a la educación en las distintas regiones del País, pero una desafortunada igualdad en términos de contenidos y procesos. Es decir, en términos de contenidos y procesos pedagógicos nuestro sistema educativo le da un trato igual a los desiguales.




En nuestro País existe una igualdad en los contenidos programáticos; igualdad en los enfoques educativos; igualdad en la dotación de apoyos didácticos; igualdad en los métodos de evaluación dentro del aula (se privilegia la memorización vs. la comprensión). Sin embargo, el sistema educativo carece de flexibilidad y pertinencia; pertinencia de los contenidos programáticos; de los enfoques educativos; de los apoyos didácticos y de los mecanismos de evaluación.
Educar es formar, desarrollar, aprender. Y eso está en función de la historia personal del individuo. Un niño de una comunidad urbana en el norte del País no tiene las mismas motivaciones para desarrollar y construir conocimiento que uno de una comunidad rural en la zona centro. Sin embargo, nuestro sistema educativo les da exactamente el mismo trato a actores educativos totalmente desiguales; esperamos que todos los alumnos reaccionen igual ante los estímulos y procesos del aprendizaje. Una vez más, nuestro sistema educativo demuestra ser rígido, inflexible, e incapaz de aprovechar la potencial riqueza que emerge de la diversidad; no hemos sido capaces de aprovechar y canalizar las diferentes experiencias, habilidades y tendencias de los alumnos en el País.

En estrictos términos de desigualdad en el acceso, pese a los avances logrados hasta ahora, el desigual desarrollo en nuestro País ha impedido que los beneficios educativos lleguen a toda la población; persisten niños, numerosos adolescentes y jóvenes que aún no son atendidos por nuestro sistema educativo. La situación es particularmente grave en las entidades y regiones de mayor marginación y entre los grupos más vulnerables, como los indígenas, los campesinos y los migrantes. Por ello, la cobertura y la equidad todavía constituyen el reto fundamental para todos los tipos de educación en México.





Preservación del derecho a la educación:

Tanto los individuos como la sociedad se benefician del derecho a la educación.

Es fundamental para el desarrollo humano, social y económico y un elemento clave para lograr la paz duradera y el desarrollo sostenible, también es una herramienta poderosa para desarrollar el pleno potencial de todas las personas y promover el bienestar individual y colectivo.

 La educación como derecho humano significa que:

  • Ø  El derecho a la educación está garantizado legalmente para todos sin discriminación alguna.
  • Ø  Los Estados tienen la obligación de proteger, respetar y cumplir el derecho a La educación.
  • Ø  Hay maneras de hacer que los Estados sean responsables de las violaciones o las privaciones del derecho a la educación.


El Pacto en su artículo 13 reconoce el derecho de toda persona a la educación. Los Estados convienen en que la educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su obra hacia dignidad, y debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Así pues, surgen modelos de educación pluricultural y multiétnica, interlingüística que buscan respetar los valores culturales y étnicos de sociedades que conviven plenamente dentro de los esquemas occidentales del Estado. Así mismo y dado que la educación es laica, generalmente, deben respetarse las individualidades y personalidades de los estudiantes para que así el proceso educativo no solo sea socializador sino también liberador.

“La educación preescolar, primaria y secundaria son obligatorias, esto significa que el gobierno tiene la responsabilidad de proporcionar los servicios necesarios para que todos los mexicanos y las mexicanas tengamos educación; por consiguiente, los padres tenemos el compromiso de que nuestros hijos e hijas asistan a la escuela.” Artículo 3 de la Constitución Política Mexicana.

Se viola el derecho a la educación, cuando se le impide al estudiante retomar los estudios suspendidos por razones económicas.

 

Para hacer preservar a la educación como un derecho universal es necesario:

  • Ø  Crear conciencia sobre el derecho a la educación: Si las personas conocen sus derechos están facultadas para reclamarlos.
  • Ø  Supervisar la aplicación del derecho a la educación e informar periódicamente sobre las privaciones y violaciones.
  • Ø  Abogar y hacer campaña por la aplicación plena del derecho a la educación, haciendo al Estado responsable de ello.
  • Ø  Exigir reparación en caso de violaciones del derecho a la educación.

 


CONCLUSION:

En un mundo donde la globalización es la principal arma de la sociedad, el porvenir de pueblos y naciones depende de la capacidad de inteligencia de sus hombres e instituciones para insertarse con éxito en la nueva realidad mundial.

La competencia entre sistemas educativos es la verdadera carrera económica, donde se forma, entrena y educa la inteligencia de pueblos y naciones. La educación es la herramienta esencial en la formación de recursos humanos talentosos y bien entrenados, se juega el desarrollo socioeconómico y cultural de los países, y de ello depende el mejoramiento de su calidad de vida.

EQUIPO 7:

·         Martínez Amaro Oskar Alejandro

·         Soria Sánchez Ricardo Arturo

·         Tirado Solís Ximena Kasandra

·         Valentín Hernández Ricardo Jair

·         Vargas García Andrea Joselyne

·         Velasco Garduño Carlos

·         Villanueva Calzada Cynthia Itzel

 

BIBLIOGRAFIA:

 

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