jueves, 3 de diciembre de 2020

La educación y los valores de convivencia humana: aprecio a la dignidad de la persona, fraternidad, tolerancia, respeto a las diferencias, libertad y paz

"La educación y los valores de convivencia humana: aprecio a la dignidad de la persona, fraternidad, tolerancia, respeto a las diferencias, libertad y paz"


LA EDUCACION Y LOS VALORES DE CONVIVENCIA HUMANA:


Hablar de educación en valores puede resultar un tema, además de reiterativo, especialmente problemático para docentes y familias. El objetivo de formar a los niños y jóvenes como personas morales parece entrar en contradicción con una sociedad materialista, insolidaria y que facilita “contravalores” a través de los medios de comunicación. Además, hay que aumentar que el propio valor de la educación escolar parece cada vez menor, cuestionando su utilidad económica y la necesidad de esforzarse para ser “alguien de provecho”, al tiempo que más conflictivas son las relaciones escolares, pérdida de autoridad del profesor, fenómenos de violencia escolar, etc. (Ballester Hernández, 2008)

Es deseable que se incluyan y trabajen explícitamente una serie de valores que permitan convivir en sociedad y desarrollarse integralmente, pero esto no debe suponer instrumentalizar a la educación escolar, pues la escuela, por sí sola, ni puede reducir los accidentes de tráfico ni combatir la obesidad infantil, entre muchos otros ejemplos. En realidad, esta pretensión demuestra un cierto desconocimiento, cuando no desconsideración, hacia el sistema educativo, sus funciones, problemas y limitaciones.



Precisamos de un nuevo enfoque de educación en valores que permita, en la medida de lo posible, superar estas contradicciones e integrarse con otras propuestas como la mejora de la convivencia escolar. La finalidad principal de la educación escolar, como señala el Informe a la UNESCO “La educación encierra un tesoro” (1996), es la integración social y el desarrollo personal a través de la participación en valores comunes, de la transmisión de un patrimonio cultural y del aprendizaje de la autonomía. De hecho, una educación de calidad debe integrar valores, contenidos, experiencias y aprendizajes positivos en las dimensiones personales, sociales y éticas de los estudiantes, no sólo en las intelectuales (Escudero, 2005). 

Dicho de otro modo: una educación de calidad también es la que evita crear “analfabetos morales”. La educación es valiosa por sí misma, y no es su función resolver los problemas sociales que en cada momento se le derivan. La mejor manera de poder educar en valores es recuperar el valor de la educación (Savater, 1997): que se reconozca la importancia decisiva de la educación escolar y de los docentes en la insustituible tarea de formar personas libres, autónomas y miembros activos de nuestra sociedad. Recobrar el valor social y cultural de la educación, es decir, considerarla como un bien precioso y necesario prestándole el máximo apoyo, es tarea de todos: familias, profesores, Administración, y sociedad en general.


Para recuperar el valor social y personal de la educación también la institución escolar ha de ser coherente con los valores de una sociedad democrática dando la mejor respuesta posible al derecho y al deber de una educación de calidad para todos. La educación escolar debe ser compensadora de desigualdades, integradora de diferencias, justa, equitativa e inclusiva para no entrar en una irresoluble y flagrante contradicción: ¿sería posible educar en la democracia, en el respeto, en la solidaridad, en la cooperación..., dentro de una institución que fuera insolidaria, competitiva y autoritaria? (Santos Guerra, 2001).

Toda educación es una educación en determinados valores. Los procesos educativos que se dan en la escuela son necesaria e inevitablemente formadores, transmisores de ideas y valores. Podemos decir que no hay instrucción sin formación (y viceversa), de modo que cuando se está inmerso en los procesos de enseñanza y aprendizaje, parafraseando uno de los axiomas de la Teoría de la Comunicación (Watzlawick, et al., 1995) “no es posible no educar”. Junto a las actuaciones planificadas, existe un “currículum oculto” de relaciones sociales, normas y modos de pensar que producen el aprendizaje de hábitos, conductas, costumbres y valores en el seno de la institución escolar. Las relaciones en el centro, su organización y cultura han de tenerse en cuenta como elementos que influyen en la formación de los alumnos


APRECIO A LA DIGNIDAD HUMANA DE LA PERSONA EN LA EDUCACIÓN Y CONVIVENCIA HUMANA: 


La defensa de los derechos y de la dignidad de todas las personas, sea cual sea su condición física, social, económica o cultural, es la garantía para el desarrollo de una sociedad basada en los valores de justicia, equidad y libertad. las acciones de los poderes públicos, de los directivos escolares y de los docentes, cada uno en su nivel de responsabilidad, deberían articularse en torno a cuatro ejes de actuación: establecer las mejores condiciones para que todos los alumnos puedan aprender de acuerdo con sus posibilidades; compensar con programas, refuerzos o ayudas complementarias a aquellos alumnos con mayores dificultades de partida por sus condiciones personales, económicas o sociales; educar a los alumnos en los sentimientos morales, es decir, en la empatía y la compasión hacia los otros; y educar a los alumnos en el desarrollo de valores éticos y cívicos.

El acceso de los alumnos, de todos ellos, al aprendizaje y al conocimiento es el objetivo principal de la enseñanza y una de las piedras angulares del respeto a la dignidad de los alumnos. Sin suficiente conocimiento es difícil que los jóvenes y los adultos puedan ejercer sus derechos y participar con interés en las actividades sociales, culturales o políticas. Para lograrlo, es necesario que existan las condiciones necesarias para sea posible el progreso de los alumnos. Aunque finalmente es el alumno quien debe comprometerse con su aprendizaje, es preciso que cada uno de los docentes, con el necesario apoyo de las administraciones educativas, intente asegurar las condiciones que lo facilitan.



La educación debería conducir a incrementar los medios humanos y materiales para la enseñanza de los alumnos con mayores dificultades y así tener equidad en la enseñanza. “Para tratar a todas las personas de forma igualitaria, para proporcionar una genuina igualdad de oportunidades, la sociedad debe prestar más atención a los que tienen menos bienes naturales y a los que han nacido en posiciones menos favorables”. (J. Rawls. 1971. A theory of justice. Oxford: University Press. Pag. 17).

El reconocimiento de la dignidad de la persona exige favorecer no sólo el conocimiento de los alumnos, sino también su desarrollo social y emocional. es necesario facilitar la autoestima de los alumnos, sus habilidades sociales, la confianza en ellos mismos y los comportamientos positivos y solidarios hacia los demás. El bienestar de los alumnos se construye principalmente a través de los otros.

Una enseñanza que no debe quedar limitada a una reflexión teórica, por importante que sea, sino que ha de impregnar el funcionamiento de los centros docentes y las actividades que ofrecen a sus alumnos. La educación en valores y para la ciudadanía debería tener su referencia principal en el funcionamiento del centro educativo: inclusivo, participativo, exigente con los derechos y los deberes de todos los alumnos, solidario y defensor de la diversidad.




FRATERNIDAD, TOLERANCIA Y RESPETO POR LAS DIFERENCIAS ENTRE PERSONAS EN LA EDUCACIÓN Y LA CONVIVENCIA HUMANA. 

La fraternidad escolar es de mucha ayuda, pues se logran crear vínculos afectivos entre todos los estudiantes del centro educativo, los cuales son de mucha ayuda, pues así los problemas o disturbios entre los mismos cesarían ya que se tendría una clase de confianza o un poco más de comunicación, por lo cual lograrían resolver sus diferencias mediante el uso de la palabra. También si uno de estos comenzará a pasar por un momento difícil en su vida, tendrá un apoyo "extra" por así decirlo, pero creo que quedaría mejor “familiar", ya que estos intentarían ser un pilar para su compañero, aunque este no fuera de su misma clase.



La tolerancia se conoce como el respeto y al mismo tiempo implica la apreciación hacia las diferencias de los demás, teniendo la capacidad de aceptar las múltiples personalidades y el actuar del prójimo. Colabora a solucionar problemas e impedir violencias físicas y psicológicas.

¿Qué son las diferencias individuales? En términos generales, las diferencias individuales tienen relación con la forma de ser de cada persona. 

En un ámbito educativo, están asociadas, generalmente, con la forma particular de aprender de cada alumno. Con lo cual, dentro del aula, los educadores trabajan a diario con grupos de alumnos que poseen características diversas y diferencias individuales. La atención a las diferencias individuales tiene un componente educativo importante. En primer lugar, porque, al considerar las diferencias individuales, estamos educando en el respeto a la diversidad. Y, en segundo lugar, porque, de esta forma, se trabaja en el aula teniendo en cuenta las necesidades y las potencialidades de cada estudiante. Es decir, la importancia educativa de las diferencias individuales radica en enseñar y educar para la comprensión de que todos somos distintos y singulares. Y que es precisamente esta singularidad la que permite que cada uno encuentre su propio camino para aprender y para construir el conocimiento. 



Además, lo educativo de trabajar en clase partiendo de que todos somos distintos es abrirnos a la posibilidad de aprender de cómo aprende el resto de los compañeros.  

Cuando hablamos de considerar las diferencias de los alumnos y de trabajar desde y con ellas, el papel de los educadores es fundamental. Es necesario que los profesores planifiquen sus actividades y experiencias pedagógicas considerando la importancia educativa de las diferencias individuales. Es decir, que desarrollen estrategias y procedimientos didácticos que se adapten a las particularidades de sus estudiantes.

Entonces, atender las diferencias individuales supone individualizar la educación y la enseñanza. Es atender a las necesidades particulares de cada alumno y a sus circunstancias personales y contextuales (familiares, culturales, económicas). Es atender a sus problemas para que estos no interfieran en el logro de objetivos educativos.



LIBERTAD Y PAZ EN LA EDUCACIÓN Y CONVIVENCIA HUMANA 

La noción de Cultura de Paz conlleva valores, actitudes, conductas y formas de vida; este último concepto es de vital importancia, pues implica todo un cambio en la perspectiva de la vida por lo que, en dicha noción queda implícita la idea de pensar en los demás y no solo en nosotros mismos para lograr la verdadera convivencia pacífica.

Educar para la paz y la convivencia es un objetivo que buscan todos los sectores de la comunicad educativa (Martínez Garza, 2012). Implica cultivar valores como la justicia, la cooperación, la solidaridad, el desarrollo de la autonomía personal y la toma de decisiones, entre otros; conlleva cuestionar los valores contrarios a la cultura de la paz, como la discriminación, la intole- rancia, y la indiferencia.

Es un proceso de desarrollo de la personalidad, constante y permanente, motivado por una forma positiva de aprender a vivir con uno mismo y con las demás personas en la no violencia, creando espacios de justicia, confianza, seguridad, igualdad, solidaridad, libertad, armonía y paz.

La Educación para la Paz consta de tres conceptos básicos (García & Ugarte, 2002):

  • Paz positiva: Es la presencia de condiciones de vida más justas, de cooperación, de respeto y confianza mutua. Enfatiza en los valores y formas de relación humana. También hace referencia al aprecio de las diferencias culturales, la tolerancia y el respeto por el otro, la igualdad entre las personas y la defensa de los Derechos Humanos.
  • La no violencia: Propone a alumnos, alumnas y docentes, dar respuestas activas, acciones en la defensa de la vida y los Derechos Humanos. Invita a mantener una actitud crítica y de cambio frente a las injusticias, ofreciendo respuestas no violentas a los conflictos, demostrando que la espiral de la violencia se puede romper.
  • Manejo creativo del conflicto: La violencia es una reacción destructiva al conflicto que impide generar relaciones que valoren el respeto, la igualdad, la tolerancia y la justicia. Así bien, cabe mencionar que los principios de la Cultura de Paz en la construcción de entornos escolares seguros, son los siguientes:
  • Supone enseñar y aprender a resolver conflictos. El conflicto está presente de forma permanente en nuestra sociedad como manifestación de la diversidad de intereses. Los conflictos que suelen tener diversidad de causas y argumentaciones, tradicionalmente se resuelven mediante el uso de la violencia y de la imposición de la voluntad del más fuerte.
  • Es una forma particular de educar en valores. Cuando se educa, consciente o inconscientemente se está transmitiendo una escala de valores. Educar conscientemente para la paz supone ayudar a construir valores y actitudes determinados tales como justicia, libertad, cooperación, respeto, solidaridad, actitud crítica, compromiso, autonomía, diálogo, participación. Al mismo tiempo se cuestionan los valores que son contrarios a la paz tales como discriminación, intolerancia, violencia, etnocentrismo, indiferencia, conformismo. Así la construcción de una cultura de la paz fundamentada en los valores anteriores quiere decir que debe haber un compromiso social desde todas las esferas, generando políticas e intervenciones que los refuercen.
  • Es una educación desde y para la acción. No se trata de educar para inhibir la iniciativa y el interés, sino para encauzar la actividad y el espíritu combativo hacia la consecución de resultados útiles a la sociedad. Se trata de participar en la construcción de la paz.
  • Es un proceso permanente y por tanto esto se ha de recoger en los proyectos educativos. Debe quedar plasmado en los programas o intenciones de los agentes educativos no formales como los medios de comunicación, organismos no gubernamentales, administraciones locales, entre otros.
  • Supone recuperar la idea de paz positiva. Esto implica construir y potenciar en el proceso de aprendizaje relaciones fundamentadas en la paz entre los alumnos-padres-profesores; entre ciudadano y poder. De ello se deriva la necesidad de afrontar los conflictos que se den en la vida del centro y en la sociedad de forma no violenta.
  • La Cultura de paz desde el currículo escolar. Implica darle una dimensión transversal de forma que afecte a todos los contenidos de todas las áreas o disciplinas que se estudian, pero también a la metodo- logía y organización del centro. Esta habrá de establecer los mecanismos que la favorezcan.


CONCLUSIÓN 

Aceptar y comprender las diferencias en las formas de actuar y pensar de otro ser humano, género, clase social, razas y religión. A qué se debe evitar los privilegios del individuo, los grupos, los privilegios de raza, privilegios de religión y privilegios de sexo. La capacidad de trabajar en equipo respetando y ayudando lo más que se pueda para una meta en común a través de la vivencia humana es cuando se fortalece el aprecio y la diversidad cultural la dignidad de las personas y que será entonces para integrarlas y solidaridad. Se debe trabajar también la tolerancia, respetar las diferencias, se debe dar la libertad el derecho a elegir y expresarse, decidir por sí mismo sobre sus propios actos, para poder lograr la convivencia humana. La armoniosa de los alumnos y los maestros. es importante la valoración positiva de sí mismo que es la percepción personal que se tiene sobre el individuo y sus propios méritos y el concepto de la vida personal que se tiene denominado como la autoestima. Generar la convivencia de autoestima, alegría, valores y armonizar para que se pueda generar una convivencia humana de calidad.

Cada uno de los espacios que se han considerado para poder llegar a la convivencia plena que debe generar su vida social, trabajar en los valores y contravalores, trabajar en la cooperación, que se le generé e inculqué una buena relación. 



REFERENCIAS: 

  • Barba, Bonifacio (2005). “Educación y valores: Una búsqueda para reconstruir la convivencia” Consejo Mexicano de Investigación Educativa, D.F, México Revista Mexicana de Investigación Educativa, vol. 10, núm. 24, pp. 9-14
  • Escudero (2005) “Educación para la ciudadanía democrática: Currículo, organización de centros y profesorado”. Ponencia. Colectivo Lorenzo Luzuriaga. Escuela Julián Besteiro. Madrid, 28 Abril 2005 
  • Santos Guerra, M.A. (2001) “Una tarea contradictoria. Educar para los valores y preparar para la vida”. Buenos Aires: Ed. Magisterio del Río de la Plata.
  • Savater, Fernando. (1997) “El valor de educar”. Barcelona; Ariel.
  • Watzlawick, P., Bavelas J. B. y Jackson D. (1995) “Teoría de la Comunicación Humana”. Barcelona: Herder. 
INTEGRANTES: 
  • Juárez Victorio Sigue 
  • López León Leslie 
  • López Venegas Claudia Beatriz 
  • Manríquez Cerón Susana 
  • Martínez Rodríguez David

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