el laicismo, garantía de la libertad de creencias, y su relación con la separación entre el estado y la iglesia
laicismo
El laicismo defiende el derecho de las personas a ser educadas en un espacio de libertad, sin dogmas de fe. La independencia del ser humano y el Estado de cualquier influencia religiosa o eclesiástica .El laicismo es un movimiento ilustrado que defiende la autonomía de cada persona e impulsa su derecho a ser educada libremente sin adoctrinamiento dogmático.
Laicismo es una posición que el Estado toma respecto a la religión, dejándola al margen de las prácticas educativas, es decir, reconoce el derecho a practicar una religión, y hacerlo en el ámbito de la familia, de las comunidades religiosas y de las organizaciones ligadas a ella, si así se desea.
La laicidad descansa en tres pilares: la libertad de conciencia, lo que significa que la religión es libre pero solo compromete a los creyentes, y que el ateismo es libre pero solo compromete a los ateos; la igualdad de derechos, que impide todo privilegio público de la religión o del ateísmo; y la universalidad de la acción pública, esto es, sin discriminación de ningún tipo
libertad de creencias
El derecho a
la libertad de religión o creencia es un derecho fundamental de cada ser humano
en todas partes pero en todo el mundo, la libertad de religión se ataca, con
restricciones severas al alza en las cinco principales regiones del mundo en la
última década.
Los
abusos del derecho a la libertad religiosa son generalizados e impactan a la
gente en todo el mundo. Las organizaciones religiosas y los individuos que se
asocian en comunidades religiosas deben superar una creciente represión cuando
expresan sus creencias o manifiestan su religión en público.
No existe actualmente ningún conjunto de principios, reglas o estándares en este área crítica respecto a la representación de la religión o la creencia por los medios de comunicación. Sin una articulación clara de tales principios y estándares, no hay ningún medio eficaz para determinar si los informes en las noticias violan los derechos humanos universales estándares mientras engendran la discriminación o incluso la violencia contra los individuos debido a su asociación religiosa
La libertad de culto, o la libertad de conciencia, es vital para la salud de una sociedad diversa. Permite que prosperen distintas religiones y creencias. La libertad de culto protege los derechos de todos los grupos y de todas las personas, entre ellas las más vulnerables, sean éstas religiosas o no. La formación religiosa en una determinada confesión no es función de la escuela en sociedades plurales y democráticas. Corresponde a la familia y a las iglesias. Sólo sería comprensible en las escuelas confesionales al margen de la actividad puramente lectiva del centro y siempre que en la práctica comporte promoción de la autonomía de la persona y reconocimiento de la diferencia como valor. No todas las prácticas educativas religiosas tienen la misma legitimidad
Parece difícil imaginar que se vuelvan a tematizar estas cuestiones sin referimos necesariamente a una religión en concreto; sin embargo, pensamos que es necesario. Un modelo de escuela plural debería abordar en su acción pedagógica lo religioso y el tratamiento de lo trascendente, sobre la base de una sociedad en la que la diversidad religiosa añade elementos diferentes y nuevos a la diversidad cultural que existe.
separación de estado-iglesia
En las antiguas colonias, los procesos de independencia y
formación nacional del siglo XIX fueron traumáticos para la relación entre
Iglesia y Estado; este proceso permitió a las iglesias adaptarse a las
exigencias y hostilidades de la vida pública, a las tareas básicas de
organización de la nueva república y a los retos que implicaba la construcción
de un nuevo orden político.(La Iglesia no tuvo que modificar sus sistemas de
creencias sino perfeccionar su red de agentes y actividades, de allí que tomara
rápidamente la iniciativa en el campo de las sociabilidades políticas y
aportara en la legitimación religiosa de la independencia).
Cabe mencionar que la postura de las jerarquías eclesiásticas
ante la independencia era condenarla, a pesar del apoyo de muchos clérigos,
criollos y liberales, pues en México, algunos clérigos conservadores veían la
independencia una forma de liberarse del patronato indiano.
En 1992 en encuestas aplicadas por la Presidencia de la
República se logra ver que el 58.4% de la muestra no está de acuerdo en que la
Iglesia participe en política y el 61.9% tampoco está de acuerdo en que las
iglesias tengan propiedades. A pesar de esta encuesta, algunos dicen que la vía
de negociación elegida fue cupular, tradicional, vertical y autoritaria, y por
lo tanto no moderna y transparente, de ahí que se hable de una veta de
anticlericalismo en la sociedad mexicana.
Es importante mencionar que la separación iglesia-estado se
dio a través de la apertura a otras iglesias y del abandono de la afirmación de
ser naciones exclusivamente católicas. Sin embargo, en casi todos los países se
continuó brindando privilegios a la Iglesia por ser el catolicismo la religión
mayoritaria.
De hecho, la Iglesia Católica, a pesar de su separación del
Estado en los países latinoamericanos, y a pesar de importantes variaciones,
sigue siendo un actor político muy influyente y cercano al poder.
separación en México
La revolución
se enfrentó duramente con la Iglesia católica que pasó a depender del Estado.
En 1790 se eliminó la autoridad de la Iglesia de imponer impuestos sobre las
cosechas, se eliminaron también los privilegios del clero y se confiscaron sus
bienes. Bajo el Antiguo Régimen la Iglesia era el mayor terrateniente del país.
Más tarde se promulgó una legislación que convirtió al clero en empleados del
Estado. Estos fueron unos años de dura represión para el clero, siendo comunes
la prisión y masacre de sacerdotes en toda Francia. El Concordato de 1801 entre
la Asamblea y la Iglesia finalizó este proceso y establecieron normas de
convivencia que se mantuvieron vigentes hasta el 11 de diciembre de 1905,
cuando la
Tercera
República sentenció la separación definitiva entre la Iglesia y el Estado. El
viejo calendario gregoriano, propio de la religión católica fue anulado por
Billaud-Varenne, en favor de un calendario republican y una nueva era que
establecía como primer día el 22 de septiembre de 1792.
Separación de
iglesia y estado en México
Benito Juárez García se convirtió en uno de los
presidentes que logró instaurar una enorme cantidad de beneficios políticos en
México; no solo eso, su trabajo y lucha se tradujeron en un legado que
tiene como principal pilar la fundación del Estado mexicano tal como lo
conocemos: laico, independiente y soberano.
La laicidad del
Estado mexicano es uno de los más grandes compromisos y proyectos
de Benito
Juárez a lo largo de toda su vida política; así lo demostró en 1844 cuando
luego de ser nombrado secretario de Gobierno en el gabinete del gobernador de
Oaxaca, Juárez presentó su renuncia ante el intento de las autoridades de
consignar a quienes se negaban a pagar el diezmo a la Iglesia.
Para Juárez la
separación de la Iglesia y el Estado representó un proyecto que buscaba minar
los privilegios desmedidos que poseía un sector limitado de la población en
detrimento de uno más grande y de la autonomía del Estado, el cual velaba por
intereses particulares resguardados por la Iglesia.
Tras la caída de Antonio López de Santa Anna con la Revolución de Ayutla y la llegada a la presidencia de Juan Álvarez, Benito Juárez fue nombrado ministro de Justicia, posición desde la que emitió la Ley Juárez, la cual limitaba el poder e influencia del clero en asuntos civiles. Promulgada el 23 de noviembre 1855, esta ley suprimió el fuero eclesiástico y el militar en materia civil.
Tras su irrupción, la ley obtuvo la reprobación por parte de los conservadores y la más alta autoridad eclesiástica, la cual la calificó como violatoria de los derechos de la Iglesia católica aludiendo al derecho divino, e incluso generó malestar en el
REFERENCIAS:
Mesa, L. J. (2013). La Iglesia católica y la formación
del Estado-nación en América Latina en elsiglo XIX. El caso colombiano. Almanack.
Pérez Rayón, N. (1995).
Relaciones Iglesia-Estado (1988-1994). Una cara de la modernización. Politica
y cultura, 117-138.
RIPOLL, J. L. (2014). EL
PROBLEMA DEL ZÓCALO: LA SEPARACIÓN IGLESIA-ESTADO Y LA LIBERTAD RELIGIOSA EN
AMERICA LATINA. Conferencia Estado, Religión y Derecho: Una reflexión
multidisciplinaria, celebrada en la Escuela de Derecho de la Universidad de
Puerto Rico, (págs. 545 - 559). Puerto Rico.
INTEGRANTES:
SORIA SANCHEZ
TIRADO SOLIS
VALENTIN HERNANDEZ
VARGAS GARCIA
VELASCO GARDUÑO
VILLANUEVA CALZADA
MARTINEZ AMARO
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